10 acciones para hacer una sociedad más consciente

 

Hay muchas personas que sienten que son demasiado pequeñas o insignificantes para hacer un cambio en nuestro mundo, pero son justo las personas que han decidido cambiar esa forma de pensar las que lo han hecho.  Muchos piensan “solo soy una persona normal, que vive una vida normal”. Sin embargo, si estás poniendo atención a los rápidos cambios que estamos viviendo en estos días, pronto te darás cuenta de que lo normal se está terminando muy rápido. 

Cuando una persona decide tomar responsabilidad por la sociedad, por el mundo, en el que vive hay muchas cosas que puede hacer para cambiar su entorno, desde poner atención a los asuntos sociales, buscar dejar de malgastar recursos naturales, hasta ayudar a otros a vivir mejor. 

Otras personas piensan que contribuir a la sociedad es un deber solo para aquellos que tienen una vida cómoda financieramente y no tienen muchas cosas que hacer, porque pues una persona normal o común, no podría hacer ninguna contribución significativa. ¡Aunque pueda ser difícil de creer, puedes hacer una diferencia desde la computadora o desde el teléfono de donde estás leyendo estas palabras!

Así como el mar está conformado de pequeñas gotas de agua, si cada persona tuviera la determinación de hacer una acción, por mínima que sea, podría cambiar la sociedad. Alimentar a los pobres, hacer actos de servicio, ayudar a la flora o fauna, y los que te presentamos a continuación no tienen que ser actos que cuestan muchísimo dinero. Solo requieren un poco de amor, algunos cambios a nuestro estilo de vida, y buscar vivir conscientemente. 

 

A continuación te comparto 10 maneras que puedes ayudar a crear una diferencia en la sociedad:

  1. Crece personalmente primero.
    La mejor manera que puedes hacer una contribución positiva a nuestra sociedad es a través de cambiar tu propia vida. Observa que ya hay muchas personas corruptas, tóxicas, o de plano malvadas que se alimentan de la bondad de la sociedad, ensuciando el mundo, gastando recursos, abusando de otros, y sin contribuir nada positivo. Por lo tanto, el primer paso es asegurar que tú no eres uno de ellos. 

    Una de las cosas que vas a tener que crecer en ti es tu compasión. No solo ser más compasivo con las personas que te caen bien, sino serlo con las personas que no. También ser menos juicioso, aceptar a las personas por como son, sin criticarlas ni juzgarlas. También podemos incluir desarrollar una honestidad inquebrantable, aprender el manejo de emociones negativas, jugar a ganar-ganar, buena comunicación y en general dar energía positiva al mundo. 
  2. Reforestación.
    Busca formas de unirte a movimientos de reforestación o tal vez hacer donaciones a organizaciones que se dedican a ello.  Estudios han confirmado que es una de las formas en que podemos mitigar los efectos del cambio climático, ni hablar que disminuyen la temperatura del área donde se encuentran.
    En algunas áreas, los árboles pueden minimizar las inundaciones. Sin árboles un área puede rápidamente convertirse en tierra árida donde no crece nada más. Al reforestar, se regeneran los ecosistemas que promueven la vida.  
  3. Adquiere tecnología solar.
    Ya se están haciendo más populares los electrodomésticos energizados por el sol, por ejemplo: baterías solares, calentadores solares, colectores de energía solar para electricidad, y muchos otros. Aunque parecen una inversión fuerte al primer vistazo, una vez que haces las cuentas, verás que ahorras mucho dinero en electricidad. 
  4. Mantén tu entorno limpio.
    Ya hemos hablado de esto en otros artículos de Reconexión Esencial que puedes ver aquí, ya que es una de las maneras que puedes mejorar tu comunidad de la manera más rápida.
    Cada objeto descartado que no es orgánico, contiene toxinas que contaminan el suelo, el agua, y el aire, a veces hasta las partículas más minúsculas.

    El recoger basura y desecharla de una manera adecuada previene que las toxinas se dispersen en el ambiente tan fácilmente. Cabe mencionar, que también puede prevenir la obstrucción de los sistemas de desagüe, evitando la inundación de la ciudad.

    En el futuro, deberemos movernos a una sociedad de economía circular, si te interesa leer más de ello, visita el respectivo artículo. 
  5. Maneja con cuidado.
    El simple hecho de no tomar y manejar, no usar el celular mientras manejas, poner atención al camino y ser paciente ante el tráfico puede afectar, no solo tu salud mental y emocional, sino también la de tu familia.  Puedes ayudar a disminuir la cantidad de accidentes y muertes al procurar ser un chofer consciente que sigue las reglas de vialidad. También puedes apoyar a crear consciencia acerca de motociclistas, ciclistas y peatones, al respetar los cruces y sus derechos de vialidad. 
  6. Busca reducir tu uso de químicos tóxicos.
    Esto es bastante simple, busca disminuir tu consumo y uso de productos de limpieza con químicos que afectan el medio ambiente. Puedes procurar comprar de los productos que garantizan ser amigables y ecológicos. 

    Así mismo, al deshacerte de baterías, electrónicos, o productos con mercurio, asegurar hacerlo por medio de canales seguros y no solo desecharlos en donde contaminen el ambiente.  
  7. Donación de Sangre.
    Como es comúnmente conocido, la sangre es vital para la sobrevivencia. Contiene elementos vitales que ayudan al cuerpo a combatir enfermedades y heridas. Para millones de personas, los donadores de sangre son la diferencia entre la vida y la muerte.

    Al donar sangre, puedes sentir orgullo de saber que vas a ayudar a una persona a recuperar su salud o a salir adelante de un problema muy grave. También es importante recordar que siempre es posible que alguna vez alguno de nosotros necesite sangre también.  
  8. Apoyar la igualdad de género.
    La igualdad de género es una visión compartida de justicia social y derechos humanos.  Este trabajo tiene diferentes facetas, desde detener los matrimonios de niños, como el derecho de las mujeres a la educación, la igualdad y al pago igualitario.

    Incluye cambiar nuestra mentalidad de labores por género y reconocer que todos contribuimos en este mundo, por lo tanto no hay tareas que sean solo para mujeres, ni trabajos que sean solo para hombres, así como evitar la burla cuando cualquiera de los géneros desee expresarse como mejor lo sienta.

    Buscar promover consciencia de la misoginia, el racismo, la homofobia, y sobre todo, el clasismo, es fundamental para promover la igualdad que existe entre todos los seres de este planeta. 
  9. Promover y proteger los derechos de las minorías.
    Conectado al punto anterior, cuando buscas abogar por la igualdad de las minorías y garantizar sus derechos, asegurando que nadie va a sufrir discriminación por su identidad de género, etnicidad, religión o raza, creas un mundo en unión.  
  10. Trabajar por el acceso gratuito a la justicia.
    Se estima que aproximadamente cuatro millones de personas a nivel mundial no tienen acceso a justicia. Esto incrementa la pobreza, violencia y la violación de derechos humanos fundamentales. Es conocido que al menos en México, la persona que tiene más dinero es la que gana el caso. 
    Tenemos que trabajar por un país con más honestidad, que apoya a los más vulnerables, y ofrece oportunidades de justicia a personas en alto riesgo.  Esto empieza en cada uno de nosotros (véase punto #1).

Conclusión
Para construir una comunidad, cada persona que la conforma tiene que tomar la responsabilidad y poner la dedicación  que requiere el cambio, para que las próximas generaciones puedan tener no solo una sociedad, sino un mundo mejor comparado al que estamos creando hasta ahora.

Solo cuando cada uno de nosotros decide rendir su egoísmo un poco, es que podemos crear el mundo que tanto hemos soñado.

De la lista que te compartimos aquí, ¿cuáles piensas que son acciones que podrías implementar en tu vida y en tu comunidad?

 

 

 

Alline Maldonado

Piloto de Transformación del Ser y Embajador Conferencista de Reconexión Esencial

Analfabetismo y su Impacto Negativo en la Sociedad

 

Propósitos de la alfabetización

La desigualdad es un síntoma claro del bajo nivel de desarrollo espiritual de la humanidad, y un indicador de esta desigualdad es el analfabetismo.

En esencia, todos los seres humanos somos iguales porque somos un solo Ser, y en la Unidad nadie puede ser más ni menos que otro, de la misma manera en que un órgano del cuerpo no es más ni menos que otro. Que sean diferentes y cumplan distintas funciones, no hace que unos sean de mayor o menor valor que otros.

Un sistema económico y social basado en la competencia salvaje, se torna más injusto con las condiciones de desigualdad que implica para la mayoría no tener la oportunidad de ver cumplido el derecho a una educación de calidad.

A pesar de que la mayoría de los organismos internacionales especializados en la materia consideran que el costo de la alfabetización de una persona adulta no supera los 100 dólares, todavía hay cientos de millones de personas en todo el mundo que son privadas de este derecho fundamental.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sostiene que “las lecciones aprendidas en las últimas décadas dejan en claro que lograr la alfabetización universal requiere no sólo de mayores y mejores esfuerzos, sino de una voluntad política renovada para pensar y hacer las cosas de manera diferente a todos los niveles: local, nacional e internacional”.

Sin embargo, esa voluntad política parece no existir, o no tiene la fuerza necesaria para producir los resultados esperados por la sociedad.

La alfabetización no es un fin en sí mismo; no es una meta última y, por tanto, no debe ser vista única y exclusivamente como un camino para adquirir las competencias elementales de saber leer y escribir.

La alfabetización debe servir, sobre todo, para que las personas participen de mejor manera, en condiciones de igualdad en el mundo social; para evitar la marginación y la exclusión; para que no existan estigmas que impidan a las personas conocer un mundo mejor, pleno de nuevos significados, información y cultura enriquecedora. Es importante que, con la lectura y la escritura, nos relacionemos con otros seres humanos, nos comuniquemos y enriquezcamos mutuamente.

El lenguaje escrito representa una forma de adueñarnos del mundo, de darle sentido al pensamiento, de expresar las emociones, al igual que los anhelos y las esperanzas.
La educación tiene la responsabilidad de asegurar que los estudiantes aprendan a ser, a pensar crítica y reflexivamente, a relacionarse y comunicarse, a hacer con mayor efectividad, y a tener responsablemente; que se formen de manera que sean capaces de hablar y de permitir hablar; que estén preparados para escuchar y para hacerse escuchar; que estén calificados para manejar la palabra escrita y defender con argumentos sus opiniones, pero también para que lean y comprendan lo que otros sostienen, conocen y desean.

La escritura crea seres reflexivos, desarrolla la conciencia y la cultura, además de que forma mejores mujeres y hombres de provecho para la sociedad.

El analfabetismo es un poderoso factor en la perpetuación de la pobreza, la marginación y la exclusión social. En la actualidad, sin niveles adecuados de formación, no se tiene acceso al cúmulo de información disponible ni a las actividades mejor remuneradas o a niveles adecuados de capacitación para el trabajo; tampoco se cuenta con el acceso y el disfrute pleno de los bienes culturales y las expresiones artísticas.

El analfabetismo constituye una de las grandes deudas que tiene la sociedad con quienes lo padecen. Limita el crecimiento de las personas y afecta su entorno familiar, restringe el acceso a los beneficios del desarrollo y obstaculiza el goce de otros derechos humanos. Saber leer y escribir es un logro, pero no es suficiente. Por ello, la alfabetización debe ir más allá de sólo enseñar a leer y escribir; tiene que procurar, en términos generales, proporcionar herramientas y valores para un mejor desempeño en beneficio de la colectividad.

En la historia de las campañas alfabetizadoras en todo el mundo, ha quedado demostrado que éstas no tienen éxito si no hay un cambio en el contexto y la estructura social que rodea a los alfabetizados. Los expertos en educación de adultos plantean la alfabetización como un proceso más dentro de los esfuerzos por mejorar la situación de las comunidades, por incrementar el nivel de desarrollo humano.

El problema en México

El problema del analfabetismo en México no se reduce a los adultos mayores de 60 años y a los indígenas, es un síntoma de la falta de crecimiento del país, de la desigualdad creciente, de un modelo de progreso que favorece los indicadores macroeconómicos antes que el desarrollo humano. No se puede decir que la economía de México está en buena condición para el futuro, cuando 5 millones 400 mil mexicanos mayores de 15 años no saben leer ni escribir, cuando 10 millones más son analfabetos funcionales porque no han terminado la primaria y cuando otros 16 millones no han acabado el nivel de secundaria.

A pesar de que el analfabetismo está presente en todos los ámbitos territoriales del país, hay marcadas desigualdades en función de vivir en las ciudades o en el ámbito rural; o de formar parte de alguna población o comunidad indígena.

Lo que debemos cuestionarnos es por qué después de tantos esfuerzos sigue existiendo una cantidad tan grande de personas analfabetas. ¿Dónde está el problema?, ¿por qué después de tantos recursos y programas gubernamentales para resolverlo, el problema subsiste? Los millones de analfabetos (absolutos y funcionales) son la muestra más clara de las limitaciones de las políticas y estrategias adoptadas para terminar con esta lacerante condición.

 

Forma más dañina de analfabetismo

Otro tipo de analfabetismo, el más dañino de todos, es el de la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza divina. Una persona puede tener doctorados en Harvard, La Sorbona, Berlín u Oxford, y postdoctorados en Cambridge, Princeton, o Roma, pero si ignora quién es en lo más profundo de su ser, es una analfabeta, independientemente de lo que haya estudiado y aprendido en otras disciplinas.

Por este motivo, la alfabetización primordial es la del autoconocimiento, más allá de los aspectos físicos. Es el conocimiento al que invitan las auténticas Escuelas de Desarrollo Espiritual.

Gnoti te autón, conócete a ti mismo, era una invitación en el frontispicio del templo de Apolo en Delfos. Hermes Trismegisto toma este apotegma y agrega: “Conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los dioses”.

 

Este tipo de alfabetización esencial y experiencial la puedes tener en ThEO y en Reconexión Esencial.

 

 

Juan Ramón González

Doctor en estudios en desarrollo humano y Director de contenido de Reconección Esencial

Revaloración social del anciano

En nuestros días, la figura y el papel de los ancianos no son comprendidos ni valorados en términos generales, y eso habla de la insensibilidad creciente de nuestra sociedad en muchos ámbitos. La sociedad occidental actual emplea a menudo expresiones o actitudes peyorativas al referirse a las personas mayores. Viejo se ha convertido en sinónimo de inútil, anticuado, estorbo o incapaz. Olvidamos que, al llegar a la vejez, las personas han acumulado sabiduría, experiencia, serenidad y bondad.

En el antiguo Egipto, el anciano era muy bien considerado y todos esperaban envejecer con dignidad. Ahí surgió el vocablo anciano, derivado de las voces egipcias “an” (manifestación divina) yheh” (suma de años, acopio). Ancianidad significa literalmente la cualidad de acopiar manifestaciones divinas y anciano es el que ha acopiado muchas manifestaciones divinas. Nos demos cuenta o no, la divinidad se está manifestando en nosotros momento a momento; la cuestión es hacernos conscientes de ello y vivir alineados con esa comprensión. 

Por su largo vivir y experiencia, los ancianos eran considerados portadores de gran saber, por lo que merecían respeto, deferencia, y estimación, además de pedirles consejo y guía.

En la biblia hay numerosas menciones sobre los ancianos. “En los ancianos está el saber”, dice el libro de Job (12-12). “Busca la compañía de los ancianos”, recomienda el libro del Eclesiastés (6,35).  

En Grecia, adoptaron de los egipcios el respeto y la apreciación por los ancianos, magnificada por la reflexión, el estudio y la sabiduría de los numerosos filósofos y pensadores que surgieron, y que en su mayor parte eran ancianos o personas maduras. Esto originó un gran momento histórico, cultural y social, en el que el anciano alcanzó un gran poder; el consejo de los jóvenes griegos, antes de tomar decisiones importantes, consultaban al consejo de ancianos, según relata Homero. En tiempo de Solón, dicha actuación de asesoramiento se transformó en el Areópago, institución aristocrática de ancianos con alto poder, que se mantuvo hasta que llegó la fuerza griega de la juventud democrática, con lo que se perdieron los valores de la sabiduría como contrapeso a los poderes político y jurídico.

Una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida”, nos dice Pitágoras de Samos.

Y Platón agrega: “La vejez tiene un gran sentido de sosiego y libertad. Una vez que las pasiones han abandonado su presa, se ve uno libre, no de un amo, si de dos”.

Durante el Imperio Romano el poder se concentraba en el Senado, formado por ancianos. Eran los encargados de la administración, la justicia y las relaciones diplomáticas. Los privilegios de los ancianos eran extensos y las clases más bajas los consideraban sabios y virtuosos.

Son clásicas las afirmaciones de Marco Tulio Cicerón en su libro “De Senectute”, “Acerca de la Vejez”, que pueden sintetizarse en las siguientes:

  •         Es preferible ser viejo menos tiempo, que serlo antes de alcanzar la vejez”.
  •         “Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos”.
  •         “Ningún hombre es tan viejo que no crea que no puede vivir otro año”.
  •         “No puede haber cosa más alegre y feliz que la vejez pertrechada con los estudios y experiencias de la juventud”.
  •         “El viejo no puede hacer lo que hace un joven; pero lo que hace es mejor”.
  •         “Si quieres ser viejo mucho tiempo, hazte viejo pronto”.   

Con el paso de los años, esta autoridad ilimitada provocó desprecio hacia los mayores. A partir del siglo V d.C., su poder se fue debilitando y la vejez pasó a ser vista como una etapa negativa.

En la Edad Media, la vejez se consideraba como una etapa oscura en la vida de las personas. La Iglesia se ocupó del cuidado de las personas mayores, mediante la creación de hospitales para atender a los más desamparados.

En el Renacimiento, al igual que a finales de la Grecia clásica, se produjo una revalorización de la juventud y la belleza como idea de perfección. Por tanto, un nuevo rechazo a todo lo que se pudiera considerar viejo.

En Oriente, los ancianos son reverenciados en casi todos lados.

En China, existe un profundo respeto y veneración profunda por los ancianos. Desde tiempos inmemoriales, los viejos sabios han sido consultados por los gobernantes, eran los “Tsé”, la fuente de la sabiduría. Lao-Tsé, Kung Fu- Tsé, Chiang-Tsé, son un ejemplo.

Respetar a los ancianos requiere las virtudes de tolerancia, paciencia, sacrificio y madurez, afirma un maestro chino.

En India, el respeto a los mayores es un pilar cultural, algo que se enseña en las escuelas. Los más jóvenes les piden su opinión y su aprobación. En la religión hindú es costumbre arrodillarse ante los ancianos para tocar sus pies como símbolo de respeto. No obstante, la desprotección por parte del Estado, hace que esta edad sea una etapa difícil, por ser dependientes de familiares o amigos.

En Japón, se celebra el Keirō No Hi (Día del Respeto a los Ancianos), una festividad muy importante en la que participa activamente la familia. Los ancianos japoneses son respetados y considerados como pilares de la sociedad. Los jóvenes aprenden desde pequeños a valorar la experiencia y la sabiduría de sus mayores.

En los países musulmanes el cuidado de las personas mayores en la familia es considerado como un honor y una oportunidad para crecer espiritualmente. La religión islámica hace hincapié en que los hijos deben ser compasivos con sus padres, y en especial con sus madres, porque han dedicado su vida al cuidado de sus hijos.

Para la sociedad prehispánica de México, la huehuehyotl, senectud, no implicaba necesariamente un estado de decrepitud, pérdida de las facultades por efecto de la edad, sino una huehuehtiliztli o consumación de la vida.

El Códice Matritense, describe las figuras ideales del huehueh (anciano), y de la ilama (anciana).

El anciano/ El reverenciado anciano: … de cabello blanco, / recio, hombre de edad… / experimentado, que se ha esforzado. / El buen anciano, afamado, honrado, / que aconseja a la gente, dueño de la palabra, maestro. / Refiere, manifiesta, / lo que aconteció en la antigüedad.

Pone ante los otros, ancho espejo, / por ambos lados perforado, / yergue sobre ellos gruesa tea que no ahúma […]

La anciana/ La reverenciada anciana: noble anciana, / corazón de la casa, rescoldo del hogar, /custodia del mismo. / La buena, reverenciada anciana, / que aconseja a la gente, la amonesta, /luz, antorcha, espejo, turquesa, dechado.

El dios viejo, Huehuehteotl, señor del fuego y del tiempo, es símbolo de sabiduría, omnipresencia y perduración. Como los huehues en la tierra, es él raíz que presta apoyo, padre y madre de todos los vivientes.

Genialidad sin edad: creatividad en la edad tardía

La creatividad es un atributo esencial del ser humano, y la genialidad florece en todas las edades. Sin embargo, la experiencia acumulada durante años, la estabilización emocional, la mayor disponibilidad de tiempo, y otras variables hacen de la vejez una de las etapas más productivas de la existencia.  

Como afirma Henri Frederic Amiel, “Saber cómo envejecer es la obra maestra de la sabiduría, y uno de los capítulos más difíciles en el sublime arte de vivir”.

Y como añade Michel de Montaigne, “Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara”.

Porque han sabido envejecer sin arrugas en su espíritu, innumerables seres humanos han generado obras inmortales y dejado un legado perdurable a la humanidad, en esa etapa de la vida.

Me limito a mencionar a cuatro poetas, por las reflexiones que sin duda harán eco si has llegado a esta etapa de la vida o te dispones a llegar a ella con sabiduría.

 

José Saramago

 

Es célebre su

POEMA SOBRE LA VEJEZ

¿Qué cuántos años tengo? – ¡Qué importa eso !

¡Tengo la edad que quiero y siento!

La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso.

Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso o lo desconocido…

Pues tengo la experiencia de los años vividos

y la fuerza de la convicción de mis deseos.

¡Qué importa cuántos años tengo!

¡No quiero pensar en ello!

Pues unos dicen que ya soy viejo,

y otros “que estoy en el apogeo”.

Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice,

sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.

Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso,

para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos,

rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen por qué decir: ¡Estás muy joven, no lo lograrás!…

¡Estás muy viejo, ya no podrás!…

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma,

pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños,

se empiezan a acariciar con los dedos,

las ilusiones se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor,

a veces es una loca llamarada,

ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada.

y otras… es un remanso de paz, como el atardecer en la playa…

¿Qué cuántos años tengo?

No necesito marcarlos con un número,

pues mis anhelos alcanzados,

mis triunfos obtenidos,

las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas…

¡Valen mucho más que eso!

¡Qué importa si cumplo cincuenta, sesenta o más!

Pues lo que importa: ¡es la edad que siento!

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.

Para seguir sin temor por el sendero,

pues llevo conmigo la experiencia adquirida

y la fuerza de mis anhelos

¿Qué cuántos años tengo?

¡Eso!… ¿A quién le importa?

Tengo los años necesarios para perder ya el miedo

y hacer lo que quiero y siento!

Qué importa cuántos años tengo.

o cuántos espero, si con los años que tengo,

¡¡aprendí a querer lo necesario y a tomar, sólo lo bueno!

 

 Jorge Luis Borges

Su breve poema sobre la vejez emula a un koan zen:

“La vejez (tal es el nombre que los otros le dan)

puede ser el tiempo de nuestra dicha.

El animal ha muerto o casi ha muerto.

Quedan el hombre y su alma.”

 

Pablo Neruda

Neruda comprendió la relatividad de la edad; la vejez sólo aparece en la superficie por la identificación con el cuerpo físico. En el interior siempre habita un niño pleno de vida y curiosidad.

Oda a la Edad

Yo no creo en la edad./ Todos los viejos/ llevan/ en los ojos/ un niño,/ y los niños/ a veces/ nos observan/ como ancianos profundos.

¿Mediremos/ la vida/ por metros o kilómetros/ o meses?/ ¿Tanto desde que naces?

¿Cuánto/ debes andar/ hasta que/ como todos/ en vez de caminarla por encima/ descansemos, debajo de la tierra?

Al hombre, a la mujer/ que consumaron/ acciones, bondad, fuerza,/ cólera, amor, ternura,/ a los que verdaderamente/ vivos/ florecieron/ y en su naturaleza maduraron,/               no acerquemos nosotros/ la medida/ del tiempo/ que tal vez/ es otra cosa, un manto/ mineral, un ave/ planetaria, una flor, / otra cosa tal vez,/ pero no una medida.

Tiempo, metal/ o pájaro, flor/ de largo pecíolo,/ extiéndete/ a lo largo/ de los hombres,/ florécelos / y lávalos/ con/ agua/ abierta/ o con sol escondido.

Walt Whitman

La vejez es una época de generatividad y de agradecimiento por lo vivido y alcanzado, como expresó muy bien Whitman en su célebre poema…

 En mi vejez doy las gracias

En mi vejez doy las gracias; gracias antes de partir;

por la salud, el sol del mediodía, el aire impalpable, por la vida,

por el mero hecho de vivir;

por los preciosos e inextinguibles recuerdos (de ti, querida madre; de ti, padre; de vosotros, hermanos, hermanas, amigos); por todos mis días, no sólo los vividos en paz, sino también los días de guerra;

por las palabras cordiales, las caricias, los dones de otras tierras; por darme albergue, vino y alimento; por la amable estima

(vosotros, bienamados lectores, lejanos, nebulosos, desconocidos, jóvenes o viejos, innumerables, indeterminados; nunca nos hemos conocido, y nunca nos conoceremos, pero nuestras almas están fundidas en un largo y estrecho abrazo);

por los seres, los grupos, el amor, las acciones y las palabras, los libros, por los colores y las formas;

por los valientes, hombres fuertes, abnegados, que han acudido con prontitud en auxilio de la libertad, en todas épocas, en todas las naciones,

y por aquellos aún más valientes, fuertes y abnegados (un laurel especial, antes de partir, para los elegidos en la guerra de la vida, los servidores del cañón del canto y del pensamiento, los grandes artilleros, los líderes supremo, capitanes del alma):

como un soldado que ha vuelto de una guerra concluida, como un viajero entre miríadas de viajeros, que recuerda la larga procesión,

doy las gracias, ¡gracias regocijadas!, las gracias de un soldado, de un viajero.

 

Epílogo

La vejez sólo está en la mente. Un estudio hecho por científicos del University College de Londres, y publicado en la revista de la Asociación Americana de Medicina, concluyó que la gente que se cree más joven de lo que es tiene mayores posibilidades de vivir más y con mejor salud, que quienes se sienten más viejos o de su misma edad.

Si nuestra atención está puesta en el momento presente, dando lo mejor de nosotros mismos en pro de un ideal por el cual vivir y trabajar, la vida se expresa en plenitud.

 

Como afirma el Papa Francisco, «Un pueblo que no custodia a los ancianos, un pueblo que no los respeta, no tiene memoria, perdió la memoria. Los ancianos son el tesoro de nuestra sociedad». 

Juan Ramón González

Doctor en estudios en desarrollo humano y Director de contenido de Reconección Esencial

COVID19 El llamado de la tierra a crecer nuestro sentido de humanidad

Hoy el COVID19 nos muestra que tenemos que trabajar en equipo, que no hay ningún país que no pueda colaborar con el equipo del planeta; todos somos humanos y ante este virus, todos simplemente somos habitantes de la misma Tierra. 

La solución del COVID19 no va a suceder actuando con egoísmo, tenemos que enfrentarlo con trabajo en equipo y no solo pensado en uno mismo. 

Hay  quienes hablan de que el Coronavirus es causado por la mano humana, otros que es la misma Tierra haciendo un llamado. Sea cual sea la causa, hoy le damos un respiro a la tierra. Estamos contribuyendo a bajar la contaminación ambiental; regresamos al hogar no solo a trabajar, sino a convivir más con nuestros seres amados. Estamos dejando de hacer compras superfluas, estamos moviendo la economía y dándole un respiro a la naturaleza. 

Hoy nos damos cuenta de que los verdaderos superhéroes no son los cantantes, los modelos, ni los futbolistas, sino más bien los doctores, las enfermeras, los científicos que buscan una cura, y todas las personas que cooperan para no diseminar el virus en otros lugares. 

Sin embargo, el virus más perjudicial es perder nuestro sentido de humanidad, ya que esto significa no sentir empatía,  bondad, solidaridad, respeto ni caridad. 

La apatía ante los niños que están muriendo de hambre es un virus. Las guerras y la delincuencia tratando de acaparar riqueza material a costa de muchas vidas, la falta de respeto a la integridad de otros por el simple hecho de no pensar como tú, o de no ser como tú, la discriminación a cualquier ser humano, la maldad de dañar por solo buscar la comodidad o el placer personal. Todos estos son síntomas de un virus, el de perder nuestro sentido de humanidad. 

Ahora sabemos que la cura del COVID19 está en nuestras manos, es decir, es nuestra responsabilidad cuidarnos los unos a los otros y vivir esta cuarentena en responsabilidad social y análisis interno.

Te invito a que nos unamos a reflexionar y a apoyarnos a desinfectar el alma, a que cuando terminemos esta cuarentena busquemos seguir dándole un respiro a la Tierra y cuidemos la ecología, que tengamos más empatía y ayudemos a quienes más lo necesiten, que valoremos más el trabajo de aquellos que buscan afanosamente una pronta cura cuando surge un peligro que amenaza la salud de la humanidad. 

No te conozco, pero hoy más que nunca es preciso que nos mantengamos unidos para expandir la conciencia colectiva. Todos los granos forman la arena de la playa.   ¿Cómo estás colaborando tú?

¿Estás dispuesto a ser una parte activa en la transformación de conciencia?

Namasté

Issis León

Coach de vida, Maestra de desarrollo interior y Presidente de Reconexión Esencial

¿Cuánto dura mi basura antes de descomponerse?

 

¿Has visto que se ha puesto de moda en las redes sociales campañas como “No es mi basura, pero es mi planeta”? En lo personal, me parece grandioso que se esté haciendo popular el hacer acciones positivas por nuestro planeta. Claro, lo idóneo sería dejar de tirar nuestra basura en la calle. Sin embargo, en lo que se creando una cultura de más consciencia sobre esto, podemos enfocarnos en el segundo paso que es recoger basura, aunque no sea nuestra. Cuando recogemos basura que no es nuestra, estamos dando el ejemplo y ayudamos a normalizar el cuidado por nuestro entorno.
Es muy normal que alguien diga “guacala, yo no voy a recoger basura de la calle”, pero es justo ese el tipo de actitud que hace que estemos llenando espacios hermosos: nuestros parques, nuestra propia calle, incluso nuestro hogar, de basura. Al hacer un acto de limpieza público, como recoger basura en la calle, rompemos ese estigma que es sucio recoger basura (siempre te puedes lavar las manos después, o mejor usar guantes también), al mismo tiempo que haces consciencia que la verdadera suciedad es haber tirado la basura en primer lugar. Es sumamente importante es que te des cuenta que unas pequeñas acciones pueden inspirar a muchas personas, cuando tienen un ejemplo claro enfrente. Ese ejemplo puedes ser tú.

Ahora me gustaría tocar un tema no visto muy frecuentemente, que es parte de la falta de consciencia que tenemos al momento de desechar basura en cualquier lugar:

¿Cuánto dura mi basura antes de descomponerse?

Una colilla de cigarro tirada en la playa, por la flojera de no llevarla al bote de basura que está muy lejos, o una botella de refresco de plástico tirada en la orilla de un río, son dos cosas que encontramos muy comúnmente y son ejemplos de basura que afecta la naturaleza, y uno de los mayores problemas que se enfrenta la conservación de la biodiversidad.

De hecho, el 80% de la basura que causa la contaminación del mar viene de basura que tiramos, no solo en la costa, sino tierra adentro, la cual viaja por los ríos hasta llegar al mar.

Aunque suene difícil de creer, si no hubiera intervención humana, la naturaleza no tendría basura, la naturaleza no desperdicia nada. Todos los elementos en la naturaleza cumplen con una función y son reutilizados de una forma u otra en diferentes momentos de su ciclo. Por ejemplo, al caer las hojas de un árbol en la tierra, se van descomponiendo, ofreciendo cobijo a los insectos, protección de erosión, y nutrientes al subsuelo. Sin embargo, un chicle o una lata no son ser parte de este ciclo al ser desechados en un campo, simplemente se mantienen ahí por años, a veces por siglos.
¿De qué tanto tiempo estamos hablando? Preparé esta infografía que explica cuánto tiempo tardan diferentes tipos de basura en descomponerse una vez que han sido tirados en la naturaleza, desde un simple pedazo de papel a una lata de aluminio:

 

Todos estos objetos, descartados de manera inapropiada, representan uno de los problemas de la contaminación más importante a la que nos enfrentamos en nuestro planeta. En el peor de los casos, las micropartículas se filtran en la cadena de comida y llegan a los peces y los pájaros, terminando en los alimentos que consumimos. En otras palabras, podemos decir que cada pedazo de basura descartada, terminará regresando a nuestra mesa, ambiente, agua, de una forma u otra.

Cigarro: 10 años
No importa el tamaño, cada colilla desechada tarda hasta 10 años en descomponerse. Una sola colilla puede contaminar entre 8 a 10 litros de agua, y también terminar en el estómago de un animal que no puede digerirla.
Latas: hasta 100 años
Las latas de refresco o latas de comida están hechas de aluminio, material que puede tardar entre 10 a 100 años en descomponerse, dependiendo de su grosor, y también genera oxido de hierro, envenenado en subsuelo y el agua.

Plastico: hasta 1000 años
En esta categoría encontramos muchos formatos y variantes que invaden los paisajes y océanos, hasta sabemos de grandes áreas o islas de basura en los océanos. Las botellas de agua, por ejemplo, son las que más duran. Algunos estudios sugieren que pueden tardarse hasta 1000 años en degradarse. Durante todo ese tiempo, el sol las quema y hace que se rompan en fragmentos, convirtiendo cada pequeño pedazo en microbasura que los pájaros y pescados confunden con comida. El chicle por ejemplo, está hecho de un 80% de plástico, y por más pequeño que sea el pedazo, se estima que tarda aproximadamente 5 años en deshacerse y es uno de los desechos que son más confundidos como comida por los animales.

Vidrio: hasta 4000 años
Unos asustantes 4000 años es lo que tarda una botella de vidrio en descomponerse en el medio ambiente. Cada vez que dejamos uno de estos recipientes en la naturaleza, estamos poniendo el medio ambiente y el ecosistema en riesgo. Pueden ocurrir muchas cosas: los animales se cortan con el vidrio o lo consumen sin poder digerirlo. Al combinarlo con el sol, se produce el efecto de una lupa y es un factor de muy alto riesgo de iniciación de fuego. Paradójicamente, al mismo tiempo que es uno de las substancias más dañinas y de más tiempo de degradación, el vidrio es completamente reciclable y no genera desechos en el proceso. Puede ser transformado en otro producto con las mismas características sin perder sus propiedades.
Una solución inspirada por la naturaleza
Este artículo no tiene la intención de asustarte ni causar pánico, al contrario, su intención es crear conciencia y apoyar con soluciones. Así que si te estás preguntando qué puedes hacer para reducir el problema, ¡te felicito! Una solución importante es copiar la naturaleza: la naturaleza no desperdicia nada, sino lo usa y rehúsa sus elementos. Este modelo cíclico es la inspiración de las economías circulares, una de las armas más efectivas en la lucha en contra de la contaminación. La filosofía de la economía circular es reducir la producción de material nuevo y en vez de eso, decidir reusar elementos. El enfoque se pone en los materiales, que por sus propiedades, no pueden regresar al medio ambiente, convirtiendo ese desecho en un recurso.

Otra solución esencial recae en que cada ciudadano tome responsabilidad por reciclar, ya que basura como el aluminio, vidrio, papel y cartón tienen la oportunidad de una nueva vida a través de la transformación. También están comenzando a surgir compañías que recolectan basura difícil de reciclar, como colillas de cigarros y capsulas de cafe, y les dan un nuevo uso.

¿Tienes alguna otra idea de qué podemos hacer para reducir nuestra producción de basura?
Si tienes alguna idea, o te gustaría contribuir en alguna de las campañas que tenemos de contribución a nuestro medio ambiente, visítanos en nuestra página de Facebook: https://www.facebook.com/reconexionesencial/

El cambio está en cada uno de nosotros. Te invito a ser el cambio.

 

 

Alline Maldonado

Piloto de Transformación del Ser y Embajador Conferencista de Reconexión Esencial