¿Has visto que se ha puesto de moda en las redes sociales campañas como “No es mi basura, pero es mi planeta”? En lo personal, me parece grandioso que se esté haciendo popular el hacer acciones positivas por nuestro planeta. Claro, lo idóneo sería dejar de tirar nuestra basura en la calle. Sin embargo, en lo que se creando una cultura de más consciencia sobre esto, podemos enfocarnos en el segundo paso que es recoger basura, aunque no sea nuestra. Cuando recogemos basura que no es nuestra, estamos dando el ejemplo y ayudamos a normalizar el cuidado por nuestro entorno.
Es muy normal que alguien diga “guacala, yo no voy a recoger basura de la calle”, pero es justo ese el tipo de actitud que hace que estemos llenando espacios hermosos: nuestros parques, nuestra propia calle, incluso nuestro hogar, de basura. Al hacer un acto de limpieza público, como recoger basura en la calle, rompemos ese estigma que es sucio recoger basura (siempre te puedes lavar las manos después, o mejor usar guantes también), al mismo tiempo que haces consciencia que la verdadera suciedad es haber tirado la basura en primer lugar. Es sumamente importante es que te des cuenta que unas pequeñas acciones pueden inspirar a muchas personas, cuando tienen un ejemplo claro enfrente. Ese ejemplo puedes ser tú.
Ahora me gustaría tocar un tema no visto muy frecuentemente, que es parte de la falta de consciencia que tenemos al momento de desechar basura en cualquier lugar:
¿Cuánto dura mi basura antes de descomponerse?
Una colilla de cigarro tirada en la playa, por la flojera de no llevarla al bote de basura que está muy lejos, o una botella de refresco de plástico tirada en la orilla de un río, son dos cosas que encontramos muy comúnmente y son ejemplos de basura que afecta la naturaleza, y uno de los mayores problemas que se enfrenta la conservación de la biodiversidad.
De hecho, el 80% de la basura que causa la contaminación del mar viene de basura que tiramos, no solo en la costa, sino tierra adentro, la cual viaja por los ríos hasta llegar al mar.
Aunque suene difícil de creer, si no hubiera intervención humana, la naturaleza no tendría basura, la naturaleza no desperdicia nada. Todos los elementos en la naturaleza cumplen con una función y son reutilizados de una forma u otra en diferentes momentos de su ciclo. Por ejemplo, al caer las hojas de un árbol en la tierra, se van descomponiendo, ofreciendo cobijo a los insectos, protección de erosión, y nutrientes al subsuelo. Sin embargo, un chicle o una lata no son ser parte de este ciclo al ser desechados en un campo, simplemente se mantienen ahí por años, a veces por siglos.
¿De qué tanto tiempo estamos hablando? Preparé esta infografía que explica cuánto tiempo tardan diferentes tipos de basura en descomponerse una vez que han sido tirados en la naturaleza, desde un simple pedazo de papel a una lata de aluminio:
Todos estos objetos, descartados de manera inapropiada, representan uno de los problemas de la contaminación más importante a la que nos enfrentamos en nuestro planeta. En el peor de los casos, las micropartículas se filtran en la cadena de comida y llegan a los peces y los pájaros, terminando en los alimentos que consumimos. En otras palabras, podemos decir que cada pedazo de basura descartada, terminará regresando a nuestra mesa, ambiente, agua, de una forma u otra.
Cigarro: 10 años
No importa el tamaño, cada colilla desechada tarda hasta 10 años en descomponerse. Una sola colilla puede contaminar entre 8 a 10 litros de agua, y también terminar en el estómago de un animal que no puede digerirla.
Latas: hasta 100 años
Las latas de refresco o latas de comida están hechas de aluminio, material que puede tardar entre 10 a 100 años en descomponerse, dependiendo de su grosor, y también genera oxido de hierro, envenenado en subsuelo y el agua.
Plastico: hasta 1000 años
En esta categoría encontramos muchos formatos y variantes que invaden los paisajes y océanos, hasta sabemos de grandes áreas o islas de basura en los océanos. Las botellas de agua, por ejemplo, son las que más duran. Algunos estudios sugieren que pueden tardarse hasta 1000 años en degradarse. Durante todo ese tiempo, el sol las quema y hace que se rompan en fragmentos, convirtiendo cada pequeño pedazo en microbasura que los pájaros y pescados confunden con comida. El chicle por ejemplo, está hecho de un 80% de plástico, y por más pequeño que sea el pedazo, se estima que tarda aproximadamente 5 años en deshacerse y es uno de los desechos que son más confundidos como comida por los animales.
Vidrio: hasta 4000 años
Unos asustantes 4000 años es lo que tarda una botella de vidrio en descomponerse en el medio ambiente. Cada vez que dejamos uno de estos recipientes en la naturaleza, estamos poniendo el medio ambiente y el ecosistema en riesgo. Pueden ocurrir muchas cosas: los animales se cortan con el vidrio o lo consumen sin poder digerirlo. Al combinarlo con el sol, se produce el efecto de una lupa y es un factor de muy alto riesgo de iniciación de fuego. Paradójicamente, al mismo tiempo que es uno de las substancias más dañinas y de más tiempo de degradación, el vidrio es completamente reciclable y no genera desechos en el proceso. Puede ser transformado en otro producto con las mismas características sin perder sus propiedades.
Una solución inspirada por la naturaleza
Este artículo no tiene la intención de asustarte ni causar pánico, al contrario, su intención es crear conciencia y apoyar con soluciones. Así que si te estás preguntando qué puedes hacer para reducir el problema, ¡te felicito! Una solución importante es copiar la naturaleza: la naturaleza no desperdicia nada, sino lo usa y rehúsa sus elementos. Este modelo cíclico es la inspiración de las economías circulares, una de las armas más efectivas en la lucha en contra de la contaminación. La filosofía de la economía circular es reducir la producción de material nuevo y en vez de eso, decidir reusar elementos. El enfoque se pone en los materiales, que por sus propiedades, no pueden regresar al medio ambiente, convirtiendo ese desecho en un recurso.
Otra solución esencial recae en que cada ciudadano tome responsabilidad por reciclar, ya que basura como el aluminio, vidrio, papel y cartón tienen la oportunidad de una nueva vida a través de la transformación. También están comenzando a surgir compañías que recolectan basura difícil de reciclar, como colillas de cigarros y capsulas de cafe, y les dan un nuevo uso.
¿Tienes alguna otra idea de qué podemos hacer para reducir nuestra producción de basura?
Si tienes alguna idea, o te gustaría contribuir en alguna de las campañas que tenemos de contribución a nuestro medio ambiente, visítanos en nuestra página de Facebook: https://www.facebook.com/reconexionesencial/
El cambio está en cada uno de nosotros. Te invito a ser el cambio.
Alline Maldonado
Piloto de Transformación del Ser y Embajador Conferencista de Reconexión Esencial