¿Qué Significa Libertad?

Libertad viene directamente de la palabra latina “libertas”, y del adjetivo “liber”. Llegó al latín directamente del griego y al griego del antiguo sánscrito.

La etimología indoeuropea más antigua es (e)leudh-,“eléutheros”, en griego y significa “libre”. Está emparentada con el germánico leudi, “Leute” en alemán actual, y hace referencia a la gente libre, en contraposición a “Volk” una palabra para nombrar a las personas guerreras.

Otra etimología alternativa es “lípto”: desear en griego, y viene de la raíz indoeuropea “liph-, “lub-dhas” es sánscrito, con el mismo significado.

De modo que la palabra libertad significa liberarnos de los deseos; es la habilidad de vivir nuestra vida como queremos vivirla, sin permitir que los deseos de otros ni los propios nos enganchen y nos controlen. Gran parte de la humanidad vive atrapada con paradigmas humanos muy controladores

La auténtica libertad comienza cuando alguien comprende cuál es su verdadera esencia espiritual, y decide trascender sus limitaciones físicas y mentales; cuando aprende a operar desde su Ser y no desde su personalidad.

La libertad es un proceso de aligerar el peso de los deseos del ego, para poder percibir y experimentar la propia esencia espiritual.

Juan Ramón González

Doctor en estudios en desarrollo humano y Director de contenido de Reconección Esencial

10 acciones para hacer una sociedad más consciente

 

Hay muchas personas que sienten que son demasiado pequeñas o insignificantes para hacer un cambio en nuestro mundo, pero son justo las personas que han decidido cambiar esa forma de pensar las que lo han hecho.  Muchos piensan “solo soy una persona normal, que vive una vida normal”. Sin embargo, si estás poniendo atención a los rápidos cambios que estamos viviendo en estos días, pronto te darás cuenta de que lo normal se está terminando muy rápido. 

Cuando una persona decide tomar responsabilidad por la sociedad, por el mundo, en el que vive hay muchas cosas que puede hacer para cambiar su entorno, desde poner atención a los asuntos sociales, buscar dejar de malgastar recursos naturales, hasta ayudar a otros a vivir mejor. 

Otras personas piensan que contribuir a la sociedad es un deber solo para aquellos que tienen una vida cómoda financieramente y no tienen muchas cosas que hacer, porque pues una persona normal o común, no podría hacer ninguna contribución significativa. ¡Aunque pueda ser difícil de creer, puedes hacer una diferencia desde la computadora o desde el teléfono de donde estás leyendo estas palabras!

Así como el mar está conformado de pequeñas gotas de agua, si cada persona tuviera la determinación de hacer una acción, por mínima que sea, podría cambiar la sociedad. Alimentar a los pobres, hacer actos de servicio, ayudar a la flora o fauna, y los que te presentamos a continuación no tienen que ser actos que cuestan muchísimo dinero. Solo requieren un poco de amor, algunos cambios a nuestro estilo de vida, y buscar vivir conscientemente. 

 

A continuación te comparto 10 maneras que puedes ayudar a crear una diferencia en la sociedad:

  1. Crece personalmente primero.
    La mejor manera que puedes hacer una contribución positiva a nuestra sociedad es a través de cambiar tu propia vida. Observa que ya hay muchas personas corruptas, tóxicas, o de plano malvadas que se alimentan de la bondad de la sociedad, ensuciando el mundo, gastando recursos, abusando de otros, y sin contribuir nada positivo. Por lo tanto, el primer paso es asegurar que tú no eres uno de ellos. 

    Una de las cosas que vas a tener que crecer en ti es tu compasión. No solo ser más compasivo con las personas que te caen bien, sino serlo con las personas que no. También ser menos juicioso, aceptar a las personas por como son, sin criticarlas ni juzgarlas. También podemos incluir desarrollar una honestidad inquebrantable, aprender el manejo de emociones negativas, jugar a ganar-ganar, buena comunicación y en general dar energía positiva al mundo. 
  2. Reforestación.
    Busca formas de unirte a movimientos de reforestación o tal vez hacer donaciones a organizaciones que se dedican a ello.  Estudios han confirmado que es una de las formas en que podemos mitigar los efectos del cambio climático, ni hablar que disminuyen la temperatura del área donde se encuentran.
    En algunas áreas, los árboles pueden minimizar las inundaciones. Sin árboles un área puede rápidamente convertirse en tierra árida donde no crece nada más. Al reforestar, se regeneran los ecosistemas que promueven la vida.  
  3. Adquiere tecnología solar.
    Ya se están haciendo más populares los electrodomésticos energizados por el sol, por ejemplo: baterías solares, calentadores solares, colectores de energía solar para electricidad, y muchos otros. Aunque parecen una inversión fuerte al primer vistazo, una vez que haces las cuentas, verás que ahorras mucho dinero en electricidad. 
  4. Mantén tu entorno limpio.
    Ya hemos hablado de esto en otros artículos de Reconexión Esencial que puedes ver aquí, ya que es una de las maneras que puedes mejorar tu comunidad de la manera más rápida.
    Cada objeto descartado que no es orgánico, contiene toxinas que contaminan el suelo, el agua, y el aire, a veces hasta las partículas más minúsculas.

    El recoger basura y desecharla de una manera adecuada previene que las toxinas se dispersen en el ambiente tan fácilmente. Cabe mencionar, que también puede prevenir la obstrucción de los sistemas de desagüe, evitando la inundación de la ciudad.

    En el futuro, deberemos movernos a una sociedad de economía circular, si te interesa leer más de ello, visita el respectivo artículo. 
  5. Maneja con cuidado.
    El simple hecho de no tomar y manejar, no usar el celular mientras manejas, poner atención al camino y ser paciente ante el tráfico puede afectar, no solo tu salud mental y emocional, sino también la de tu familia.  Puedes ayudar a disminuir la cantidad de accidentes y muertes al procurar ser un chofer consciente que sigue las reglas de vialidad. También puedes apoyar a crear consciencia acerca de motociclistas, ciclistas y peatones, al respetar los cruces y sus derechos de vialidad. 
  6. Busca reducir tu uso de químicos tóxicos.
    Esto es bastante simple, busca disminuir tu consumo y uso de productos de limpieza con químicos que afectan el medio ambiente. Puedes procurar comprar de los productos que garantizan ser amigables y ecológicos. 

    Así mismo, al deshacerte de baterías, electrónicos, o productos con mercurio, asegurar hacerlo por medio de canales seguros y no solo desecharlos en donde contaminen el ambiente.  
  7. Donación de Sangre.
    Como es comúnmente conocido, la sangre es vital para la sobrevivencia. Contiene elementos vitales que ayudan al cuerpo a combatir enfermedades y heridas. Para millones de personas, los donadores de sangre son la diferencia entre la vida y la muerte.

    Al donar sangre, puedes sentir orgullo de saber que vas a ayudar a una persona a recuperar su salud o a salir adelante de un problema muy grave. También es importante recordar que siempre es posible que alguna vez alguno de nosotros necesite sangre también.  
  8. Apoyar la igualdad de género.
    La igualdad de género es una visión compartida de justicia social y derechos humanos.  Este trabajo tiene diferentes facetas, desde detener los matrimonios de niños, como el derecho de las mujeres a la educación, la igualdad y al pago igualitario.

    Incluye cambiar nuestra mentalidad de labores por género y reconocer que todos contribuimos en este mundo, por lo tanto no hay tareas que sean solo para mujeres, ni trabajos que sean solo para hombres, así como evitar la burla cuando cualquiera de los géneros desee expresarse como mejor lo sienta.

    Buscar promover consciencia de la misoginia, el racismo, la homofobia, y sobre todo, el clasismo, es fundamental para promover la igualdad que existe entre todos los seres de este planeta. 
  9. Promover y proteger los derechos de las minorías.
    Conectado al punto anterior, cuando buscas abogar por la igualdad de las minorías y garantizar sus derechos, asegurando que nadie va a sufrir discriminación por su identidad de género, etnicidad, religión o raza, creas un mundo en unión.  
  10. Trabajar por el acceso gratuito a la justicia.
    Se estima que aproximadamente cuatro millones de personas a nivel mundial no tienen acceso a justicia. Esto incrementa la pobreza, violencia y la violación de derechos humanos fundamentales. Es conocido que al menos en México, la persona que tiene más dinero es la que gana el caso. 
    Tenemos que trabajar por un país con más honestidad, que apoya a los más vulnerables, y ofrece oportunidades de justicia a personas en alto riesgo.  Esto empieza en cada uno de nosotros (véase punto #1).

Conclusión
Para construir una comunidad, cada persona que la conforma tiene que tomar la responsabilidad y poner la dedicación  que requiere el cambio, para que las próximas generaciones puedan tener no solo una sociedad, sino un mundo mejor comparado al que estamos creando hasta ahora.

Solo cuando cada uno de nosotros decide rendir su egoísmo un poco, es que podemos crear el mundo que tanto hemos soñado.

De la lista que te compartimos aquí, ¿cuáles piensas que son acciones que podrías implementar en tu vida y en tu comunidad?

 

 

 

Alline Maldonado

Piloto de Transformación del Ser y Embajador Conferencista de Reconexión Esencial

Analfabetismo y su Impacto Negativo en la Sociedad

 

Propósitos de la alfabetización

La desigualdad es un síntoma claro del bajo nivel de desarrollo espiritual de la humanidad, y un indicador de esta desigualdad es el analfabetismo.

En esencia, todos los seres humanos somos iguales porque somos un solo Ser, y en la Unidad nadie puede ser más ni menos que otro, de la misma manera en que un órgano del cuerpo no es más ni menos que otro. Que sean diferentes y cumplan distintas funciones, no hace que unos sean de mayor o menor valor que otros.

Un sistema económico y social basado en la competencia salvaje, se torna más injusto con las condiciones de desigualdad que implica para la mayoría no tener la oportunidad de ver cumplido el derecho a una educación de calidad.

A pesar de que la mayoría de los organismos internacionales especializados en la materia consideran que el costo de la alfabetización de una persona adulta no supera los 100 dólares, todavía hay cientos de millones de personas en todo el mundo que son privadas de este derecho fundamental.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sostiene que “las lecciones aprendidas en las últimas décadas dejan en claro que lograr la alfabetización universal requiere no sólo de mayores y mejores esfuerzos, sino de una voluntad política renovada para pensar y hacer las cosas de manera diferente a todos los niveles: local, nacional e internacional”.

Sin embargo, esa voluntad política parece no existir, o no tiene la fuerza necesaria para producir los resultados esperados por la sociedad.

La alfabetización no es un fin en sí mismo; no es una meta última y, por tanto, no debe ser vista única y exclusivamente como un camino para adquirir las competencias elementales de saber leer y escribir.

La alfabetización debe servir, sobre todo, para que las personas participen de mejor manera, en condiciones de igualdad en el mundo social; para evitar la marginación y la exclusión; para que no existan estigmas que impidan a las personas conocer un mundo mejor, pleno de nuevos significados, información y cultura enriquecedora. Es importante que, con la lectura y la escritura, nos relacionemos con otros seres humanos, nos comuniquemos y enriquezcamos mutuamente.

El lenguaje escrito representa una forma de adueñarnos del mundo, de darle sentido al pensamiento, de expresar las emociones, al igual que los anhelos y las esperanzas.
La educación tiene la responsabilidad de asegurar que los estudiantes aprendan a ser, a pensar crítica y reflexivamente, a relacionarse y comunicarse, a hacer con mayor efectividad, y a tener responsablemente; que se formen de manera que sean capaces de hablar y de permitir hablar; que estén preparados para escuchar y para hacerse escuchar; que estén calificados para manejar la palabra escrita y defender con argumentos sus opiniones, pero también para que lean y comprendan lo que otros sostienen, conocen y desean.

La escritura crea seres reflexivos, desarrolla la conciencia y la cultura, además de que forma mejores mujeres y hombres de provecho para la sociedad.

El analfabetismo es un poderoso factor en la perpetuación de la pobreza, la marginación y la exclusión social. En la actualidad, sin niveles adecuados de formación, no se tiene acceso al cúmulo de información disponible ni a las actividades mejor remuneradas o a niveles adecuados de capacitación para el trabajo; tampoco se cuenta con el acceso y el disfrute pleno de los bienes culturales y las expresiones artísticas.

El analfabetismo constituye una de las grandes deudas que tiene la sociedad con quienes lo padecen. Limita el crecimiento de las personas y afecta su entorno familiar, restringe el acceso a los beneficios del desarrollo y obstaculiza el goce de otros derechos humanos. Saber leer y escribir es un logro, pero no es suficiente. Por ello, la alfabetización debe ir más allá de sólo enseñar a leer y escribir; tiene que procurar, en términos generales, proporcionar herramientas y valores para un mejor desempeño en beneficio de la colectividad.

En la historia de las campañas alfabetizadoras en todo el mundo, ha quedado demostrado que éstas no tienen éxito si no hay un cambio en el contexto y la estructura social que rodea a los alfabetizados. Los expertos en educación de adultos plantean la alfabetización como un proceso más dentro de los esfuerzos por mejorar la situación de las comunidades, por incrementar el nivel de desarrollo humano.

El problema en México

El problema del analfabetismo en México no se reduce a los adultos mayores de 60 años y a los indígenas, es un síntoma de la falta de crecimiento del país, de la desigualdad creciente, de un modelo de progreso que favorece los indicadores macroeconómicos antes que el desarrollo humano. No se puede decir que la economía de México está en buena condición para el futuro, cuando 5 millones 400 mil mexicanos mayores de 15 años no saben leer ni escribir, cuando 10 millones más son analfabetos funcionales porque no han terminado la primaria y cuando otros 16 millones no han acabado el nivel de secundaria.

A pesar de que el analfabetismo está presente en todos los ámbitos territoriales del país, hay marcadas desigualdades en función de vivir en las ciudades o en el ámbito rural; o de formar parte de alguna población o comunidad indígena.

Lo que debemos cuestionarnos es por qué después de tantos esfuerzos sigue existiendo una cantidad tan grande de personas analfabetas. ¿Dónde está el problema?, ¿por qué después de tantos recursos y programas gubernamentales para resolverlo, el problema subsiste? Los millones de analfabetos (absolutos y funcionales) son la muestra más clara de las limitaciones de las políticas y estrategias adoptadas para terminar con esta lacerante condición.

 

Forma más dañina de analfabetismo

Otro tipo de analfabetismo, el más dañino de todos, es el de la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza divina. Una persona puede tener doctorados en Harvard, La Sorbona, Berlín u Oxford, y postdoctorados en Cambridge, Princeton, o Roma, pero si ignora quién es en lo más profundo de su ser, es una analfabeta, independientemente de lo que haya estudiado y aprendido en otras disciplinas.

Por este motivo, la alfabetización primordial es la del autoconocimiento, más allá de los aspectos físicos. Es el conocimiento al que invitan las auténticas Escuelas de Desarrollo Espiritual.

Gnoti te autón, conócete a ti mismo, era una invitación en el frontispicio del templo de Apolo en Delfos. Hermes Trismegisto toma este apotegma y agrega: “Conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los dioses”.

 

Este tipo de alfabetización esencial y experiencial la puedes tener en ThEO y en Reconexión Esencial.

 

 

Juan Ramón González

Doctor en estudios en desarrollo humano y Director de contenido de Reconección Esencial