Analfabetismo y su Impacto Negativo en la Sociedad

 

Propósitos de la alfabetización

La desigualdad es un síntoma claro del bajo nivel de desarrollo espiritual de la humanidad, y un indicador de esta desigualdad es el analfabetismo.

En esencia, todos los seres humanos somos iguales porque somos un solo Ser, y en la Unidad nadie puede ser más ni menos que otro, de la misma manera en que un órgano del cuerpo no es más ni menos que otro. Que sean diferentes y cumplan distintas funciones, no hace que unos sean de mayor o menor valor que otros.

Un sistema económico y social basado en la competencia salvaje, se torna más injusto con las condiciones de desigualdad que implica para la mayoría no tener la oportunidad de ver cumplido el derecho a una educación de calidad.

A pesar de que la mayoría de los organismos internacionales especializados en la materia consideran que el costo de la alfabetización de una persona adulta no supera los 100 dólares, todavía hay cientos de millones de personas en todo el mundo que son privadas de este derecho fundamental.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sostiene que “las lecciones aprendidas en las últimas décadas dejan en claro que lograr la alfabetización universal requiere no sólo de mayores y mejores esfuerzos, sino de una voluntad política renovada para pensar y hacer las cosas de manera diferente a todos los niveles: local, nacional e internacional”.

Sin embargo, esa voluntad política parece no existir, o no tiene la fuerza necesaria para producir los resultados esperados por la sociedad.

La alfabetización no es un fin en sí mismo; no es una meta última y, por tanto, no debe ser vista única y exclusivamente como un camino para adquirir las competencias elementales de saber leer y escribir.

La alfabetización debe servir, sobre todo, para que las personas participen de mejor manera, en condiciones de igualdad en el mundo social; para evitar la marginación y la exclusión; para que no existan estigmas que impidan a las personas conocer un mundo mejor, pleno de nuevos significados, información y cultura enriquecedora. Es importante que, con la lectura y la escritura, nos relacionemos con otros seres humanos, nos comuniquemos y enriquezcamos mutuamente.

El lenguaje escrito representa una forma de adueñarnos del mundo, de darle sentido al pensamiento, de expresar las emociones, al igual que los anhelos y las esperanzas.
La educación tiene la responsabilidad de asegurar que los estudiantes aprendan a ser, a pensar crítica y reflexivamente, a relacionarse y comunicarse, a hacer con mayor efectividad, y a tener responsablemente; que se formen de manera que sean capaces de hablar y de permitir hablar; que estén preparados para escuchar y para hacerse escuchar; que estén calificados para manejar la palabra escrita y defender con argumentos sus opiniones, pero también para que lean y comprendan lo que otros sostienen, conocen y desean.

La escritura crea seres reflexivos, desarrolla la conciencia y la cultura, además de que forma mejores mujeres y hombres de provecho para la sociedad.

El analfabetismo es un poderoso factor en la perpetuación de la pobreza, la marginación y la exclusión social. En la actualidad, sin niveles adecuados de formación, no se tiene acceso al cúmulo de información disponible ni a las actividades mejor remuneradas o a niveles adecuados de capacitación para el trabajo; tampoco se cuenta con el acceso y el disfrute pleno de los bienes culturales y las expresiones artísticas.

El analfabetismo constituye una de las grandes deudas que tiene la sociedad con quienes lo padecen. Limita el crecimiento de las personas y afecta su entorno familiar, restringe el acceso a los beneficios del desarrollo y obstaculiza el goce de otros derechos humanos. Saber leer y escribir es un logro, pero no es suficiente. Por ello, la alfabetización debe ir más allá de sólo enseñar a leer y escribir; tiene que procurar, en términos generales, proporcionar herramientas y valores para un mejor desempeño en beneficio de la colectividad.

En la historia de las campañas alfabetizadoras en todo el mundo, ha quedado demostrado que éstas no tienen éxito si no hay un cambio en el contexto y la estructura social que rodea a los alfabetizados. Los expertos en educación de adultos plantean la alfabetización como un proceso más dentro de los esfuerzos por mejorar la situación de las comunidades, por incrementar el nivel de desarrollo humano.

El problema en México

El problema del analfabetismo en México no se reduce a los adultos mayores de 60 años y a los indígenas, es un síntoma de la falta de crecimiento del país, de la desigualdad creciente, de un modelo de progreso que favorece los indicadores macroeconómicos antes que el desarrollo humano. No se puede decir que la economía de México está en buena condición para el futuro, cuando 5 millones 400 mil mexicanos mayores de 15 años no saben leer ni escribir, cuando 10 millones más son analfabetos funcionales porque no han terminado la primaria y cuando otros 16 millones no han acabado el nivel de secundaria.

A pesar de que el analfabetismo está presente en todos los ámbitos territoriales del país, hay marcadas desigualdades en función de vivir en las ciudades o en el ámbito rural; o de formar parte de alguna población o comunidad indígena.

Lo que debemos cuestionarnos es por qué después de tantos esfuerzos sigue existiendo una cantidad tan grande de personas analfabetas. ¿Dónde está el problema?, ¿por qué después de tantos recursos y programas gubernamentales para resolverlo, el problema subsiste? Los millones de analfabetos (absolutos y funcionales) son la muestra más clara de las limitaciones de las políticas y estrategias adoptadas para terminar con esta lacerante condición.

 

Forma más dañina de analfabetismo

Otro tipo de analfabetismo, el más dañino de todos, es el de la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza divina. Una persona puede tener doctorados en Harvard, La Sorbona, Berlín u Oxford, y postdoctorados en Cambridge, Princeton, o Roma, pero si ignora quién es en lo más profundo de su ser, es una analfabeta, independientemente de lo que haya estudiado y aprendido en otras disciplinas.

Por este motivo, la alfabetización primordial es la del autoconocimiento, más allá de los aspectos físicos. Es el conocimiento al que invitan las auténticas Escuelas de Desarrollo Espiritual.

Gnoti te autón, conócete a ti mismo, era una invitación en el frontispicio del templo de Apolo en Delfos. Hermes Trismegisto toma este apotegma y agrega: “Conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los dioses”.

 

Este tipo de alfabetización esencial y experiencial la puedes tener en ThEO y en Reconexión Esencial.

 

 

Juan Ramón González

Doctor en estudios en desarrollo humano y Director de contenido de Reconección Esencial

El desarrollo personal, un derecho que merecemos todos

 

Aunque tener una educación es un derecho que la mayoría de las personas saben que tienen, no se ha analizado suficientemente que la palabra educación debe ser encaminada a la preparación que una persona debe tener para manejarse en la vida y ser una ciudadana de bien. De hacerlo, nos daríamos cuenta de que la educación tradicional que ofrecen las escuelas no está capacitando a los alumnos para que realmente sean personas que se puedan manejar en la vida. Es decir, hay muchas más habilidades que se necesitan adquirir que las que se enseñan en la escuela tradicional en este mundo tan acelerado y cambiante. Es por ello que las habilidades que puedes desarrollar a través del desarrollo personal, complementan esa educación, y este debe ser un derecho al que todos tengamos acceso, sin importar el estatus social de las personas. 

Algunas de las habilidades y conocimientos que aprendes cuando te enfocas en el desarrollo interior son:

- Tomar decisiones. Este tema es elemental, ya que todos los días tomamos decisiones y con ellas formamos la vida que queremos o no queremos vivir.

- Autoestima. Poder amarte y aceptarte es algo primordial. Muchas personas tienen graves problemas en sus vidas por el solo hecho de no saber cuidar de ellas desde el auto amor.

- Ser resiliente. La vida siempre conlleva obstáculos que superar, desde eventos traumáticos de la infancia hasta pérdidas de familiares cercanos o de problemas graves de salud en uno mismo. Sea cuales sean los obstáculos de la vida, debemos estar preparados para salir adelante y aprender las lecciones. 

- Conocer tus metas e ir por ellas. ¿Qué es una vida sin metas, sin propósitos, sin sueños? Una vida que transcurre después de los 50 años o más, sin sentir pasión por lo que se hace y sin ofrecer sus dones al mundo, no es una vida bien vivida. Ni hablar de que en este tema, las personas logran muchas veces metas económicas que dan tranquilidad en los hogares.

- Tener relaciones más armoniosas. Todos tenemos relaciones personales, que enriquecen nuestras vidas. Es triste ver a padres, hijos o hermanos sumergidos en el odio y el desprecio. Saber llevar una relación de cooperación y armonía, no sólo con los que amamos, sino con todas las personas con quienes nos relacionamos, es un tesoro de la vida y todos debemos tener el derecho de vivirlo.

- Tomar el poder de tu vida. El poder personal que se adquiere a través de estos conocimientos, nos brinda la oportunidad de tener un verdadero poder sobre nuestras vidas. Como ejemplo, por mencionar algunos: el poder de decir no, el poder de aprender cualquier tema que requieras para ser un ser de excelencia, el poder de ser tú mismo, el poder de vivir libremente.

- Valores sociales. Otros temas que se aprenden en esta área de desarrollo personal son valores sociales como respeto, responsabilidad, solidaridad, integridad, y muchos más que son elementales para construir una sociedad más evolucionada y cooperativa. 

Las personas que tienen acceso a estos conocimientos generalmente cuentan con dinero para pagar los cursos y servicios que ofrecen distintas instituciones. Sin embargo, en Reconexión Esencial estamos buscando llevar estos conocimientos a la máxima cantidad de personas que sea posible, lo que incluye no solo a personas de escasos recursos, sino a niños y jóvenes.

¿Cómo sería nuestra sociedad si aportamos y apoyamos a que otros tengan acceso a estos conocimientos esenciales para la vida?

Si te gusta nuestra causa social, te invito a que nos apoyes siguiéndonos en las redes sociales o directamente con donativos para promover nuestros programas.

 

¨La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo¨ Nelson Mandela.

 

 

 

Issis León

Coach de vida, Maestra de desarrollo interior y Presidente de Reconexión Esencial