Viene del latín “disciplina” y esta del verbo “discere” que es “aprender”, significa establecer un orden necesario para llevar a cabo un aprendizaje.
Los componentes léxicos de la palabra son: la raíz disc– del verbo discere (aprender) y se asocia con una raíz indoeuropea dek– (que significa tomar o aceptar), está presente esta misma raíz en la palabra dogma, paradoja, decente, decencia, diestro, destreza, digno, docente, doctrina, documento, dócil, y un largo etc.
Está emparentado también con “discipulus” o discípulo que es alguien que se somete a la disciplina para logar capacitarse.
El prefijo “dis” viene del griego “δυσ”, y éste del indoeuropeo tambien “dis” que significa difícil o dificultoso.
Una disciplina pone dificultades o retos para estirar los límites del discípulo, para templar su carácter y fortalecer su voluntad. Es la naturaleza de un juego y, naturalmente, del juego de la vida y del aprendizaje, poner retos para trascender limites eso es verdaderamente una disciplina.
Juan Ramón González
Doctor en estudios en desarrollo humano y Director de contenido de Reconección Esencial